Toxina botulínica vs. rellenos faciales, ¿cuál es el tratamiento adecuado para mí?

Nunca dejas de apreciar más la época de tus twenties (cuando se estaba sobrada de colágeno), que cuando comienzas a ver las primeras señales de envejecimiento: una arruguita por aquí y una por allá, inmediatamente inicias una investigación profunda sobre alguna fórmula mágica que te ayude a contrarrestarlas.

Entonces, es cuando aparece por todos lados la toxina botulínica y los rellenos faciales y te preguntas, ¿cuál sería el ideal para mí?

La toxina botulínica y los rellenos faciales comparten algunas cosas en común. Ambas son mínimamente invasivas, procedimientos no quirúrgicos realizados mediante inyecciones y con sesiones relativamente rápidas. Los resultados de ambos inyectables son temporales, pueden ser administrados recurrentemente según se requiera. Luego de ambos tratamientos puedes regresar a tus actividades normales (a excepción de realizar ejercicios o tareas extenuantes) ya que no requieren tiempo de recuperación.

Ahora, ¿cuáles son las diferencias?

Toxina botulínica

La toxina botulínica trabaja las arrugas que se desarrollan con el tiempo según se van realizando movimientos de los músculos faciales. Todos estos años sonriendo y frunciendo el ceño dejan marcas en tu cara. Las inyecciones de toxina botulínica suavizan las arrugas del entrecejo, las patas de gallina y las líneas de la frente proporcionándote un look más relajado y rejuvenecido.

La toxina botulínica trabaja bloqueando las señales nerviosas de los músculos por lo que se relajan, impidiendo que las líneas se formen. El resultado comienza a ser evidente los primeros 7 días de realizado el procedimiento.

Rellenos faciales

En cambio, los rellenos faciales pueden suavizar las líneas y arrugas, levantar y rellenar la piel flácida. El material está compuesto de ácido hialurónico, una sustancia que se encuentra naturalmente en la piel. Cuando vamos envejeciendo, el cuerpo produce menos ácido hialurónico lo cual contribuye a la aparición de líneas y arrugas.

Las inyecciones de algunos rellenos estimulan la producción de colágeno, otro compuesto natural que fortalece la piel. A diferencia de la toxina botulínica, los rellenos faciales pueden ser usados para añadir volumen ya sea rellenando los labios, los pómulos para una apariencia más fresca y juvenil.

¿Cuál es el tratamiento adecuado para mí?

La respuesta es que cualquiera o quizás ambos porque todo depende de las áreas que quieras tratar. Ambos tratamientos pueden ser usados juntos para un cóctel perfecto de antienvejecimiento. 

Si ahora estás preocupada por las arrugas dinámicas, entonces la toxina botulínica es tu elección. Si lo que quieres es añadir volumen a las áreas donde el colágeno ha ido desapareciendo con el tiempo, entonces los rellenos faciales son los apropiados para ti.

Pero no hay nada que te impida elegir uno u otro o ambos, inclusive en la misma cita, ambos procedimientos son relativamente rápidos y no requieren tiempo perdido.

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5 razones por la que la toxina botulínica sigue siendo el tratamiento #1 para las arrugas de la frente y entrecejo.

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